Las llamadas a la acción, la presencia de sellos que garanticen una navegación segura y el mostrar a los usuarios cómo un producto o servicio mejorará su vida, son algunos de los elementos que permitirán captar clientes potenciales, convertirlos en leads, y finalmente tener consumidores satisfechos y felices. Todos estos puntos se deben considerar a la hora de elegir el diseño web de tu sitio.

Lo hemos escuchado en muchas oportunidades, la primera impresión es lo que vale y nos guste o no, efectivamente es así. Veamos, ¿cuántas veces has salido de una página porque su diseño te parece un desastre? Es más, hay momentos en que arrancamos sin siquiera hacer scroll, ni menos ingresar a un link. ¿La razón? Podríamos nombrar varias, pero una de las principales es la desconfianza que transmite un sitio mal diseñado, algo nada de beneficioso si consideramos que la competencia es ardua y se encuentra en todas partes.

Por lo mismo, la inversión en un buen diseño web es indispensable al desarrollar un proyecto online. Pero si bien este variará de acuerdo a las necesidades específicas de cada empresa, existen características que son absolutamente necesarias para mejorar la experiencia de los visitantes y captar clientes.

Así que si tienes un sitio web,  te invito a tomar nota de los siguientes puntos:

1. Atender las necesidades del usuario:

Tú, mejor que todos conoces los beneficios de tu producto o servicio, por lo tanto, debes identificar los detalles que te permitirán mostrarle a tus clientes el modo en que lo que ofreces puede solucionar sus problemas o dar respuesta a sus requerimientos. Es importante que pienses en qué propuesta de valor les ofrecerás y cuáles son las necesidades que vas a satisfacer. Ello debe verse reflejado en tu diseño.

Pero sé precavido, por ningún motivo caigas en el exceso de halagos; centrarte en lo fantástico que es tu producto, más aún cuando el cliente no tiene prueba de ello, puede generar desconfianza o transformarse en una afirmación molesta. Recuerda, debes atraer, no desagradar.

2. Jerarquizar la información:

En un buen diseño, no es necesario que el visitante revise la página completa para saber lo que ofrece una empresa, la información más importante debe ser lo primero que encuentre. Pensemos, ¿por qué debería seguir navegando por él, si la información inicial no es relevante? Tienes que darle una buena razón para que se interese en lo que entregas como marca, y no te abandone.

Por ejemplo, si tienes una empresa de asesorías comunicacionales, puedes poner las características del servicio o los precios de los planes que ofreces, al inicio de la página tal que el usuario los conozca antes de que haga scroll.

3. Incluir llamadas a la acción (CTA):

¿Qué acción deseas que ejecute tu cliente potencial? Ya sea que, por ejemplo, quieras que se registre gratis, que compre un producto, que se suscriba a tu canal o blog, que contrate un servicio o que descargue un ebook; haz que lo sepa, mediante una palabra, frase o botón.

Pero no basta con decirle qué hacer; el diseño de estas CTA debe ser cuidadosamente elegido, incluídos el lugar donde las insertes y las palabras que escojas. De acuerdo al sitio de la Escuela de Marketing Digital, AdveiSchool, existen diversos modos para que las call to action sean efectivas. Por ejemplo, imprimir un sentido de urgencia al mensaje, emplear la primera persona, evitar expresiones muy generales, o destacar un beneficio.

4. Facilitar la navegación:

Quizás, en más de una ocasión has salido de un sitio sin encontrar lo que buscabas y precisamente eso es lo que no le puede ocurrir a los visitantes cuando ingresen al tuyo. Éstos deben encontrar rápidamente lo que necesitan o realizar con facilidad un proceso de compra.

Por ello, antes de concretar el diseño, es fundamental tener en cuenta que no todos los visitantes buscan lo mismo; por ejemplo, si mediante tu e-commerce vendes productos tecnológicos, a algunos les interesará ver los smartphones; a otros, lo que hay sobre conectividad y redes; y a un grupo distinto, lo que ofreces relacionado con sonido. En ese caso, tu web debe estar diseñada por secciones, dispuestas de modo que el usuario las visualice al instante.

5. Usar una paleta de colores que no distraiga:

El color puede ser un factor determinante en la percepción de lo que ofreces en tu sitio web; es más, no sólo será un elemento para reconocer tu marca, sino que además podrías influir en las emociones de los visitantes y en el comportamiento que tengan dentro del sitio.

Como informa la web de la consultora digital Bikuma, conseguir una armonía de color equilibrada y efectiva para tu página, implica determinar cuál es tu público objetivo y luego elegir la paleta de colores más adecuada a tu proyecto; pero sin abusar de la cantidad ni de los tonos llamativos, y considerando el significado de cada uno. Por ejemplo, el azul evoca tranquilidad; el negro, poder y sofisticación; el naranjo, energía; el blanco, pureza; y el púrpura, elegancia.

6. Incorporar elementos de confianza y credibilidad:

Este punto es elemental, especialmente cuando tienes un e-commerce. Tus clientes necesitarán estar seguros de que sus datos serán protegidos; así que es importante generar esa confianza, por ejemplo, mediante logos que acrediten calidad y sellos que certifiquen una compra 100 % segura, como Symantec y el sistema Secure Socket Layer (SSL).

Pero también debes permitir que los usuarios sepan sobre ti. Por lo tanto, es necesario que el diseño incluya tu información de contacto, el “Quiénes somos”, y una sección de “Servicio al Cliente” que entregue datos como los términos y condiciones de servicio, los cambios y devoluciones, y los costos de envío. Una alternativa es ubicar esta información al pie de tu sitio.

¿Habías considerado estas características? Es indispensable que todos los elementos de tu sitio funcionen de modo integrado para mejorar la experiencia del usuario. Ah, y también recuerda que desarrollar un diseño mobile friendly es tan importante como incluir contenido de calidad. Todo ello contribuirá positivamente en el rendimiento de tu negocio y no desperdiciarás la paciencia ni el tiempo de los clientes.